La granja de la desilusión: un retrato implacable de la corrupción del poder
- Autores varios
- 21 nov 2024
- 8 Min. de lectura
Autores: Dayana Núñez Parque, Irene Artica Rodríguez, Arianna Tineo López, Andrea Palomino Asencios

Eric Arthur Blair, más conocido como George Orwell, nació el 25 de junio de 1903 en Motihari, Bengala. Su padre laboraba en la India para el Gobierno británico, en tanto su madre, una mujer instruida y con interés por la cultura, tuvo un rol significativo en su educación. Desde su juventud, Orwell criticaba a la élite británica por su desvinculación con la cultura popular y su engaño. Durante la Guerra Civil Española de 1936 se incorporó voluntariamente al ejército republicano, siendo asignado al frente de Aragón. En ese lugar fue ascendido al rango de teniente, pero sufrió heridas graves después de enfrentarse a disparos con los comunistas. Se refugió dentro del país para prevenir ser asesinado. De esta vivencia nació su trabajo Homenaje a Cataluña (1938). Orwell adoptó el seudónimo “George Orwell” para proteger a su familia de posibles represalias debido a sus ideales y escritos. (Palomar, 2024). Este nombre le permitió preservar la seguridad de sus seres queridos frente a las tensiones políticas de la época. Orwell, famoso por su estilo claro y directo, abogaba la idea de que el lenguaje debía ser un medio eficaz para comunicar conceptos. Después de meditar sobre el poder y la represión, planteó la idea de crear una obra que se pudiera entender y usar en diferentes lenguas, pero, al principio, no contaba con una trama. Un día la inspiración se le presentó al ver a un niño manejando un gran carruaje tirado por caballos. El niño azotaba a los animales cuando trataban de desviarse de su ruta. Orwell supuso que los animales desconocían su propio poder, pero si lo hicieran los seres humanos perderían su control. Esta percepción le impulsó a crear Rebelión en la granja, una alegoría política basada en la Revolución rusa y la deslealtad de Stalin.
En su libro Rebelión en la granja, George Orwell relata la batalla de los animales para liberarse del yugo humano, poniendo de manifiesto, por un lado: las complejidades del poder y la corrupción mediante eventos que no solo cuestionan la Revolución rusa, sino que también instan a los jóvenes a analizar críticamente a sus líderes y a evitar compromisos incumplibles; por otro lado, la traición al pacto de igualdad que impulsó la insurrección. En lugar de alcanzar un mundo más justo, la revolución se transforma en una dictadura corrupta, en la que los cerdos, bajo el mando de Napoleón, adoptan un estilo de vida ostentoso y replican los abusos que previamente denunciaban, demostrando cómo los líderes pueden distorsionar la verdad y marginar a los contrarios, similar a las purgas del régimen estalinista. Esta modificación de los principios revolucionarios para favorecer a una nueva élite demuestra la noción de que el poder absoluto corrompe y Orwell pone en duda los sistemas totalitarios al demostrar cómo la explotación laboral y la represión se transforman en instrumentos de control, lo que conduce a injusticias internas y a nuevas expresiones de tiranía. Similar situación se da en el panorama político actual del Perú, ya que es un claro ejemplo sobre cómo el poder puede llegar a corromper en un escenario donde la concentración de poder, la tergiversación de la información y a su vez la estrecha distinción que hay entre la élite gubernamental y la ciudadanía respaldarían con la crítica de Orwell. Esto sucede porque el Gobierno peruano se ha encontrado frecuentemente bajo investigación por temas de corrupción y por presentar una democracia vulnerable. Aunque se proclame combatir contra la corrupción, es evidente que no se posee medidas efectivas que amplíen un sistema que seguirá beneficiando a las élites y conservando la desigualdad social y el autoritarismo. El cambio que experimentan los cerdos, los cuales finalmente se convierten en la clase dominante de la granja, es una enseñanza sobre cómo el poder puede distorsionar los conceptos de justicia y libertad, provocando así que los llamados líderes terminen por convertirse en los antagonistas de la equidad. Es primordial entender que el poder presenta una correlación dual con el conocimiento. Como señala Foucault (2003), el poder no solo se limita al aspecto económico, sino que también llega a abarcar la comprensión de las capacidades y las limitaciones del entorno (p. 19). A partir de lo mencionado se hace evidente que situaciones como las que se describen en el texto requieren una reflexión de nuestra parte sobre la situación política del Perú, donde se ve cómo los movimientos que abogan por la justicia a menudo perpetúan las disparidades que se critican, destacando así la erosión del poder a través del populismo y la demagogia en el Perú, país en donde los políticos han explotado los males anteriormente mencionados para así ganar apoyo público sin cumplir sus promesas. Rebelión en la granja ofrece un análisis profundo sobre la degradación del poder, la deslealtad a los principios de justicia y equidad, lo que adquiere especial relevancia en el contexto de la coyuntura nacional, donde la ciudadanía experimenta a diario el malestar a causa del escepticismo en las autoridades y la incompetencia política. Haciendo una analogía, podemos referirnos a que los lideres políticos llegan a actuar de manera similar a los cerdos de la novela de Orwell: engañando a sus oponentes e implementando prácticas que perpetúan la opresión y desigualdad y sirviendo como recordatorio de cómo los objetivos transformacionales pueden ser alterados mediante la manipulación y el beneficio personal. Es imprescindible para los ciudadanos, especialmente los más jóvenes, que los líderes deben mantener una actitud crítica y participativa. La única forma de prevenir que los ideales de justicia y equidad sean transformados en meras ilusiones es mediante una participación comprometida e informada, lo que garantizará que la historia no replique el pasado y que el futuro del Perú se forme con base en los valores de equidad y bienestar para todos.
La obra nos demuestra cómo una revolución, que comenzó con la esperanza de encontrar justicia, se convirtió en un sistema de opresión y explotación, en el que los animales, que alguna vez fueron criaturas privilegiadas, ahora están sujetos a condiciones laborales cada vez más duras, mientras que los cerdos en el poder disfrutan de lujos y privilegios cada vez mayores. El cambio muestra que los líderes han pisoteado los principios de igualdad para su propio beneficio, alterando las leyes para justificar la carga sobre los demás y maximizar sus propios beneficios, lo que revela lo pernicioso incluso de las ideas más admirables. La discriminación contra quienes no apoyan al régimen y la división de la comunidad en facciones enojadas muestra cómo el apoyo al régimen ha reemplazado el ideal de igualdad. La búsqueda de justicia de la revolución se transforma a un sistema subordinado de control, en el que los líderes explotan los principios originales para justificar la explotación, como lo demuestra la carga que supone el aumento del trabajo con otros animales y los privilegios exclusivos de los cerdos. La propaganda y el adoctrinamiento son manipuladores, distorsionan la verdad y suprimen cualquier resistencia, mientras que la discriminación fomenta la jerarquía de la autoridad. La disminución de la unidad colectiva en las dictaduras muestra cómo se sacrifica la solidaridad en favor de la sumisión al régimen, perpetuando una desigualdad más profunda de lo que se pretendía originalmente. De ahí que se pueda ver una clara crítica a la traición de los principios revolucionarios y, al mismo tiempo, cabe preguntarse por qué los animales, a pesar de estar antes en igualdad de condiciones, son capaces de tolerar la represión sin resistencia. Esta reflexión nos muestra que el miedo y la falta de conocimiento son herramientas efectivas para ejercer control, al mismo tiempo que nos hace reflexionar sobre la relevancia de comportarnos de manera individual frente a circunstancias de injusticia.
A lo largo del texto, se muestra una revolución que se ha desviado por completo de sus principios originales. Antes, los cerdos despreciaban el lujo y el aprovechamiento humano, pero ahora, gracias al trabajo difícil de otros animales, disfrutan de comodidad y riqueza. Este cambio muestra cómo los líderes revolucionarios, una vez que logran tomar el poder, tienen la capacidad de reproducir las mismas injusticias que en un principio intentaron erradicar, por lo que los animales ahora deben trabajar en condiciones extremas durante largos periodos de tiempo. Esto muestra cómo el nuevo gobierno ha incrementado la desigualdad y la explotación. Además, el estricto control de la información y la represión de cualquier voz disidente crean un ambiente donde la opresión es la norma y cuestionar al régimen es casi imposible. Es de esta manera cómo Orwell explica como un movimiento que comenzó con promesas de igualdad puede transformarse en una tiranía que perpetúa el sufrimiento y la injusticia. Consideramos que esta obra demuestra la consolidación total de un régimen tiránico, en el que los cerdos han adoptado todos los vicios de la clase que derrocaron después de ser líderes revolucionarios. Por un lado, enseñando que la acumulación de bienes y la vida rica de los cerdos a costa del sufrimiento de otros animales representa la corrupción inherente al poder cuando no hay límites ni responsabilidad. Por lo tanto, la deshumanización y el trato utilitarista de los animales muestran una pérdida total de los ideales de igualdad y justicia, mientras que los iletrados mantienen el control de los cerdos manipulando la verdad y la ignorancia, a la vez se destaca la respuesta violenta a cualquier señal de oposición señalando la inestabilidad de este poder que se basa en el temor y la opresión, lo que ilustra claramente cómo las promesas revolucionarias pueden fracasar cuando el poder está en manos de una élite cruel y explotadora. Podemos observar también cómo la corrupción del poder conduce a la explotación y deshumanización de los subordinados. De igual forma, se aprecia cómo los cerdos, que en el pasado lucharon por la igualdad, se han convertido en una élite que disfruta de privilegios a costa del sufrimiento de los demás animales. Este cambio inesperado es una traición a los principios esenciales de la igualdad animal, los cuales establecen que todos los animales son equiparables, y también nos enseña cómo la acumulación de poder y riqueza resulta en la formación de estructuras jerárquicas represivas. Además, los animales ajenos, los cuales no tienen la capacidad de poner en duda las acciones de los cerdos, son vistos como representantes de la ignorancia y son sencillos de controlar. Adicionalmente, se puede notar cómo la represión frente a cualquier forma de resistencia se refleja explícitamente en la falta de estabilidad de un régimen político que se apoya en la violencia y el temor. Esta reflexión nos invita a examinar cómo opera el poder en toda sociedad, donde la opresión y diferencia pueden aparecer cuando los valores de equidad son vencidos por la avaricia y la dictadura.
En conclusión, Rebelión en la granja ofrece una historia sobre la degradación del poder y la deslealtad hacia los principios de justicia y equidad. Este relato es relevante al analizar el actual gobierno en nuestro país, dado que la población ha sido sometida a mucha incertidumbre y malestar durante los últimos años, debido a la desconfianza en el gobierno y las frecuentes acusaciones de mal uso del poder. Así como los cerdos en la historia de Orwell, los líderes políticos tienen la capacidad de pervertir los valores originales y continuar con prácticas que perpetúan la opresión y la desigualdad. El pasado reciente de la nación demuestra cómo los objetivos de transformación pueden ser desviados mediante diferentes tácticas para beneficiar a un grupo selecto de políticos. Por esta razón, la ciudadanía, en particular los individuos jóvenes, necesitan mantener una postura crítica y diligente, solicitando a los gobernantes que actúen con transparencia y asuman su responsabilidad. Solamente mediante la responsabilidad activa de los ciudadanos, podemos impedir que los conceptos de “justicia” y “equidad” se distorsionen en meras fantasías. Es fundamental monitorear y regular permanentemente la aplicación del poder para evitar que la historia se repita y que en un futuro el Perú acabe cumpliendo los principios de igualdad y bienestar para todos. Consideramos que la historia de esta obra nos alerta sobre los riesgos de la corrupción del poder y distorsión de la verdad. La transformación de los líderes, que van de revolucionarios a dictadores, resalta lo importante que es mantener un pensamiento crítico y una supervisión continua de aquellos políticos. Es así como se puede prevenir que la historia se repita y que los principios de justicia y equidad se vuelvan simplemente una utopía.
Referencias bibliográficas
Palomar, A. (31 de mayo del 2024). George Orwell: escritor anarquista y teniente en la Guerra Civil Española. Historia National Geographic. https://historia.nationalgeographic.com.es/a/george-orwell-escritor-anarquista-teniente-guerra-civil-espanola_19014
Foucault, M. (2003). Vigilar y castigar: nacimiento de la prisión. Siglo XXI Editores. https://www.ivanillich.org.mx/Foucault-Castigar.pdf
Dato bibliográfico
Orwell, G. (2013). Rebelión en la granja. Debolsillo.
Comments